Hablar de la educación sin mencionar a Émile Durkheim es como querer explicar la gravedad sin mencionar a Newton: simplemente no se puede. Durkheim no solo es uno de los padres de la sociología moderna; es también una guía que nos ayuda a entender cómo, por qué y para qué educamos.
Y aquí entre nos: si los sistemas educativos del siglo XXI siguen debatiendo sobre convivencia, integración social, formación moral o el papel de la escuela, es porque Durkheim puso esos temas sobre la mesa desde hace más de un siglo.
Su pensamiento, lejos de quedarse en los libros que huelen a biblioteca vieja, está más vivo que nunca, especialmente si buscamos integrar conceptos a la educación actual desde un enfoque crítico, riguroso y profundamente humano.
Este artículo —sí, este que estás leyendo— está pensado para docentes, especialistas, académicos e investigadores que quieren comprender el legado educativo de Durkheim, traducido a un lenguaje accesible, útil y actualizado.
Si te interesa entender qué aporta Durkheim a la educación, por qué sigue siendo indispensable y cómo aplicar sus ideas hoy, entonces este texto es para ti.
¿Por qué necesitamos volver a Durkheim?
Si algo define al mundo educativo actual es la velocidad. Nuevas políticas, nuevos modelos, nuevas reformas, nuevos campos formativos. Aunque todo suene “nuevo”, en cada discusión aparece una sombra al fondo: la pregunta durkheimiana del sentido social de educar.
Volver a Durkheim no es un ejercicio nostálgico, sino una necesidad intelectual para responder a cuestiones urgentes:
- ¿Cuál es la función social de la educación?
- ¿Qué papel desempeña la escuela en la integración de una comunidad?
- ¿Cómo formar valores comunes en sociedades diversas?
- ¿Cómo equilibrar autonomía individual y responsabilidad colectiva?
Durkheim no ofrece recetas mágicas —no las da nadie—, pero sí un marco para pensar, organizar y estructurar la educación como un hecho social.
Y aquí está la clave:
Para Durkheim, educar no es transmitir información; es construir sociedad.
El propósito de comprender a Émile Durkheim para integrar conceptos a la educación de hoy
Antes de entrar a profundidad, debemos subrayar el propósito central de este artículo: conocer a Émile Durkheim para integrar sus conceptos a la educación.
Esto implica:
- Entender su pensamiento sociológico.
- Revisar cómo explicaba la educación como un hecho social.
- Recuperar sus conceptos clave.
- Analizar cómo esos conceptos pueden fortalecer la educación actual.
- Mirar críticamente su legado —porque ningún autor tiene toda la razón.
En otras palabras:
No se trata de venerarlo, sino de usarlo.
¿Quién fue Émile Durkheim y por qué importa en Educación?
Durkheim fue un sociólogo francés que vivió entre 1858 y 1917 y dedicó gran parte de su vida a explicar cómo se mantiene unida una sociedad. Su premisa era simple pero poderosa: las sociedades no funcionan por accidente, sino porque existen mecanismos —entre ellos la educación— que producen integración, conexión y sentido de pertenencia.
Durkheim y el concepto de “hecho social”
Uno de sus aportes más importantes es el concepto de hecho social, entendido como todo aquello que influye en nuestra conducta desde el exterior: leyes, normas, valores, formas de sentir y pensar compartidas por un grupo.
La educación, por supuesto, es uno de los hechos sociales por excelencia.
Para Durkheim:
- La educación prepara al individuo para ser parte de la sociedad.
- La educación reproduce valores colectivos que permiten que esa sociedad exista.
- La educación regula conductas, emociones y hábitos.
No te asustes con la palabra “regular”. Para Durkheim, regular no es reprimir; es hacer posible la convivencia.
Durkheim como pensador moral de la escuela
Aunque no lo parezca, Durkheim es uno de los pensadores más pedagógicos que existen.
Tenía una obsesión sana (y necesaria): entender cómo formar seres humanos capaces de vivir en sociedad.
Es —y cito su espíritu, no sus palabras— un espacio moral en el que desarrollamos:
- Autocontrol
- Respeto mutuo
- Sentido del deber
- Conciencia colectiva
- Responsabilidad social
¿Qué docente no quiere eso para sus alumnos hoy?
La educación como hecho social: una base esencial para entender la escuela
El concepto más famoso de Durkheim aplicado a la educación es este:
La educación es un hecho social.
Pero ¿qué significa esto para el siglo XXI?
Educación como construcción colectiva
La educación no es producto de decisiones individuales o improvisadas.
Es un fenómeno social, organizado y estructurado para formar ciudadanos que sostengan un orden común.
Durkheim afirmaba que cada sociedad produce el tipo de educación que necesita.
Por eso no hay sistemas educativos universales perfectos, sino modelos vinculados a su contexto.
Aplicado a la actualidad:
- La escuela no puede educar aislada de la comunidad.
- El currículo debe responder a necesidades sociales reales.
- Educar implica comprender el tejido social del que forma parte la institución.
La fuerza de lo colectivo en la formación individual
Que la educación sea un hecho social no significa que los estudiantes pierdan su individualidad.
Al contrario: significa que la individualidad se construye dentro de un entorno colectivo.
Esto contrasta radicalmente con visiones que promueven la idea de individuos completamente autónomos, autosuficientes y desvinculados.
La libertad se aprende dentro de la sociedad, no fuera de ella.
La función moral de la educación según Émile Durkheim
Quizá el aporte más influyente —y polémico— de Durkheim es su concepción de la formación moral.
No moral en el sentido religioso ni moralista.
Moral como la capacidad de vivir en armonía con otros.
Tres ejes de la formación moral durkheimiana
Durkheim sostenía que la educación debe formar tres disposiciones fundamentales:
- Disciplina moral
- No es obediencia ciega.
- Es autocontrol, capacidad de seguir reglas comunes y entender por qué existen.
- Apego al grupo social
- Sin apego no hay pertenencia.
- Sin pertenencia no hay solidaridad ni integración.
- Autonomía racional
- El alumno debe aprender a pensar por sí mismo.
- La moral no se impone; se construye críticamente.
Es impresionante que tan actual es esto.
Hablar hoy de convivencia, ciudadanía, ética del cuidado o cultura de paz sigue esta misma línea.
¿Por qué la escuela sigue siendo un espacio moral?
Porque la escuela es el primer lugar donde los niños enfrentan normas comunes fuera de la familia.
Es un microuniverso social donde aprenden:
- A esperar turnos
- A escuchar
- A compartir
- A respetar diferencias
- A colaborar
- A debatir sin destruir
Todo esto es formación moral en acción, aunque no aparezca así en los planes de estudio.
La socialización: puente entre individuo y comunidad
Durkheim define la educación como un proceso de socialización sistemática.
Y esto no ha perdido vigencia; de hecho, ha ganado fuerza en una sociedad fragmentada.
Socialización primaria vs. secundaria
La familia forma la socialización primaria: hábitos, afectos, primeros valores.
La escuela aporta la socialización secundaria: normas, culturas y responsabilidades públicas.
Sin esta segunda etapa:
- No puede haber ciudadanía.
- No puede haber integración.
- No puede haber democracia.
Durkheim lo vio con una claridad sorprendente.
La escuela como agente de integración social
En tiempos de confusión, discursos de odio y desinformación, la escuela tiene una función irremplazable: unir lo que el mundo separa.
Durkheim afirmaba que la sociedad necesita rituales, prácticas comunes y símbolos para mantenerse unida.
Hoy esos rituales son:
- Ceremonias escolares
- Actividades cívicas
- Proyectos colaborativos
- Normas compartidas
- Acuerdos de convivencia
No es casualidad: son herramientas de integración social.
El papel del docente en la teoría educativa de Durkheim
Durkheim tenía un respeto enorme por el magisterio.
Para él, el docente es un mediador moral, no solo un transmisor de contenidos.
El docente como autoridad moral y científica
Durkheim defendía una autoridad docente basada en:
- Conocimiento profundo de la disciplina
- Ejemplo personal
- Imparcialidad
- Coherencia ética
- Vocación comunitaria
No se trata de mandar, sino de modelar.
Autoridad sin autoritarismo
Durkheim diferenciaba entre autoridad y autoritarismo:
- Autoridad: se gana, se legitima, se reconoce.
- Autoritarismo: se impone, se exige, se fuerza.
¿Su visión?
El docente debe encarnar la autoridad legítima que surge del saber, la congruencia y el vínculo con sus estudiantes.
La educación como mecanismo para construir ciudadanía
Durkheim veía a la escuela como un espacio para formar ciudadanos capaces de sostener una sociedad democrática.
Ciudadanía como proyecto colectivo
Para él, la ciudadanía no es una lista de derechos y obligaciones.
Es una forma de vida convivida con otros.
Esto implica:
- Solidaridad
- Respeto
- Responsabilidad
- Participación
- Tolerancia
- Empatía
Todos estos valores se desarrollan —o se pierden— en la
escuela.
¿Qué tan vigente es esta visión?
Más que vigente: urgente.
En sociedades donde la violencia, la desigualdad o la desconfianza son parte del entorno, la escuela tiene la tarea histórica de reconstruir el tejido social.
Durkheim lo predijo: sin educación moral, no hay integración; sin integración, no hay sociedad.
¿Cómo integrar el pensamiento de Durkheim a la educación actual?
Aquí viene lo que muchos docentes y especialistas buscan:
¿Cómo usar el pensamiento de Durkheim en la práctica educativa del siglo XXI?
Revalorando la función social de la escuela
Para aplicar sus ideas hoy:
- Reconoce la escuela como espacio de socialización fundamental.
- Integra actividades que fomenten la convivencia y el aprendizaje colaborativo.
- Diseña experiencias donde el alumno aprenda que su acción afecta a otros.
Reforzar la dimensión moral y ciudadana
Durkheim no proponía moralizar sino formar criterio moral.
Esto puede traducirse en:
- Programas de convivencia con enfoque humanista
- Resolución pacífica de conflictos
- Debates éticos desde la infancia
- Reflexión colectiva sobre normas escolares
Currículos con sentido social
Aplicar a Durkheim también significa diseñar currículos que respondan a problemas reales:
- Desigualdad
- Discriminación
- Cuidado del entorno
- Responsabilidad digital
- Ciudadanía global
Docentes como referentes morales y comunitarios
Integrar a Durkheim implica fortalecer la formación docente en:
- Ética profesional
- Psicología social
- Mediación de conflictos
- Autoridad pedagógica
- Ética del cuidado
Críticas necesarias al pensamiento durkheimiano
Ningún autor es perfecto, y Durkheim tampoco.
Entre las críticas más comunes están:
- Su énfasis excesivo en la integración social podría invisibilizar tensiones y desigualdades.
- A veces su visión de moral puede interpretarse como demasiado disciplinaria.
- Falta un enfoque explícito sobre diversidad cultural y pluralidad social.
Sin embargo, todas estas críticas pueden integrarse para enriquecer su teoría, no para descartarla.
¿Por qué Durkheim sigue siendo indispensable hoy?
Porque en un mundo que tiende a la fragmentación, su pensamiento nos recuerda que la educación es la fuerza que sostiene a una sociedad.
Porque nos invita a pensar en la escuela no como un trámite, sino como una institución moral, social y democrática.
Y porque entender su legado nos ayuda a construir modelos educativos más humanos, críticos e integrados.
Conclusión:
Émile Durkheim nos dejó un mapa.
Un mapa para entender cómo educamos, por qué educamos y qué tipo de sociedad queremos formar.
Conocer su legado no es una opción académica:
es una necesidad para cualquier persona que quiera transformar la escuela en un espacio vivo, responsable y socialmente significativo.
Si queremos integrar conceptos sólidos a la educación actual, si buscamos respuestas profundas ante los desafíos del sistema educativo, si deseamos formar ciudadanos capaces de sostener una comunidad justa e integrada, entonces sí: tenemos que volver a Durkheim.
No para repetirlo.
No para memorizarlo.
Sino para usarlo como una referencia que aclara el propósito de educar en este siglo.
¿Y tú qué piensas del legado de Durkheim en la educación actual?
☑️ Cuéntanos en los comentarios: tu experiencia, tus dudas o ese punto que te hizo ruido. ¡La conversación también construye comunidad!
También podría interesarte:
- El Legado de Alexander von Humboldt
- Federico Froebel aportes a la educación
- Método Feynman de Aprendizaje
- La sociología de la educación y las culturas escolares
Ahora que conoces más sobre el legado de Émile Durkheim a la Educación; te invito a adaptar estos conceptos a tu práctica docente.
¡Un abrazo! 🚀

0 Comentarios