▷ Análisis de la Evaluación Formativa: Reto Pedagógico - Didáctico en el Trabajo Docente 🥇

▷ Análisis de la Evaluación Formativa: Reto Pedagógico - Didáctico en el Trabajo Docente 🥇

El análisis de la evaluación formativa en el ámbito educativo representa un desafío pedagógico y didáctico de gran relevancia. En su artículo "La Evaluación Formativa es un Reto Pedagógico - Didáctico en el Trabajo Docente", Ángel Díaz Barriga aborda este tema con simplicidad, ofreciendo perspectivas que invitan a reflexionar sobre la evaluación formativa y su impacto en el proceso de aprendizaje.


La evaluación formativa, entendida como un proceso razonado e integral que busca retroalimentar y aprender del error en el curso del proceso de enseñanza-aprendizaje, se convierte así en un eje fundamental para el desarrollo de propuestas educativas efectivas. En este artículo, exploraremos las ideas y planteamientos de Díaz Barriga, destacando su importancia en el contexto educativo actual y los retos que presenta para los educadores.


Uno de los aspectos fundamentales que Díaz Barriga resalta en su análisis es la necesidad de comprender la evaluación como parte natural del proceso educativo, y no simplemente como una herramienta de medición de conocimientos adquiridos. En este sentido, la evaluación formativa se aleja del enfoque tradicional de las pruebas estandarizadas e instrumentos que recaban datos y se centra en proporcionar información constante y significativa que guíe tanto al estudiante como al docente en su camino de aprendizaje.


Para Díaz Barriga, la evaluación formativa implica un cambio de paradigma en la forma en que concebimos el proceso educativo. Más que un juicio final sobre el desempeño del estudiante, se trata de un proceso dinámico y continuo que busca identificar fortalezas y debilidades, fomentar la reflexión y el autoaprendizaje, y promover una cultura de mejora constante en el aula.


En este aspecto, el rol del docente adquiere una importancia crucial. Según Díaz Barriga, el educador no solo debe dominar los contenidos académicos, sino también poseer habilidades pedagógicas y didácticas que le permitan diseñar, aplicar, adecuar y reestructurar estrategias de evaluación formativa objetivas. Esto implica, entre otras cosas, la capacidad de crear actividades y tareas que permitan evidenciar el proceso de aprendizaje del estudiante de manera auténtica y significativa. 


En la esencia de este artículo Díaz Barriga se centra en tres secciones:

1. Significado y dimensiones de la evaluación formativa.

En este apartado se acepta que existe confusión por parte de los profesores sobre el significado de la evaluación formativa; aunque se da por hecho que los docentes realizan la planeación didáctica y la adecuan durante la puesta en marcha de las acciones mediante la elección de alternativas o formas de resolver situaciones que se presentan en tiempo real en el escenario educativo. 

Se destaca que aplicar la Evaluación Formativa no es una tarea sencilla; por lo cual se subdivide en dos partes:

  1. Referida a los estudiantes:
    • La evaluación formativa referida a los estudiantes favorece la reflexión, la responsabilidad y el análisis que pueden realizar sobre su proceso de aprendizaje en un clima de confianza. Facilita la reflexión personal que ellas y ellos realizan en forma individual y colectiva, por ejemplo, cuando a partir del trabajo por proyectos, en pequeños grupos se discuten los textos o dibujos que cada estudiante hizo sobre lo que llevó a cabo para aprender, lo que le significa el trabajo realizado y la colaboración con sus compañeras y compañeros, así como las dificultades que tuvo que superar en la tarea de aprendizaje. Estas actividades para la reflexión necesitan ser promovidas por las y los docentes, a través de preguntas detonadoras que permitan ese análisis por parte de cada estudiante. 
    • Otra estrategia que da a conocer Díaz Barriga en este escrito se denomina timing pedagógico, que consiste en que cada docente esté atento a alguna situación grupal que sea relevante o significativa, para suspender la actividad y promover una reflexión y análisis sobre ese momento que tiene el grupo escolar: puede ser que estén realizando otra actividad que no sea la solicitada; que por alguna razón estén dispersos; por consiguiente, a través de algunas preguntas detonadoras la o el docente solicite de manera individual o por equipos que analicen lo que está pasando en ese momento, con el fin de examinar las razones que explican ese comportamiento, las sugerencias que las y los estudiantes pueden dar y los compromisos que tienen que asumir para su aprendizaje.
  2. Referida a los docentes:
    • La evaluación formativa referida a los docentes permite realizar ajustes al trabajo didáctico, planificar las siguientes situaciones didácticas y generar procesos para retroalimentar el trabajo de sus estudiantes. Los docentes reconocen que la planeación de una clase sufre adecuaciones necesarias cuando se lleva a cabo en el aula. Las condiciones pensadas para orientar el trabajo didáctico y la realidad que se enfrenta en el “aquí y ahora” de una situación de aprendizaje son diferentes, por la dinámica del grupo escolar y por la forma como las y los estudiantes reaccionan ante la actividad (entusiasmados, comprometidos, o bien, confundidos, enfadados, o desinteresados), lo que obliga a tomar decisiones didácticas en ese momento. He aquí una manera en que se expresa la dimensión de la evaluación formativa sobre la realización de una situación didáctica.

2. La reflexión sobre el error y los procesos de retroalimentación.

En ambas dimensiones de la evaluación formativa, tanto la que propicia el interés y el compromiso de los propios estudiantes sobre sus aprendizajes, como aquella que realizan las y los docentes para la planificación y la puesta en marcha de situaciones didácticas, la reflexión sobre el error y los procesos de retroalimentación con fines formativos son importantes vetas de trabajo e interacción. 

Los errores que suelen tener las y los estudiantes durante su proceso de aprendizaje, sea en trabajos, ejercicios, tareas, e incluso en exámenes, pueden convertirse también en elementos para la evaluación formativa.

Para que la reflexión sobre el error tenga sentido y contribuya a la mejora de los aprendizajes, es importante que las y los estudiantes, con el apoyo de sus docentes, reconozcan con claridad qué proceso de desarrollo de aprendizaje se espera que realicen, cuál es su importancia, y a partir de ello, puedan formarse una imagen más clara de hacia dónde van, dónde están y cómo pueden seguir avanzando

3. Algunas propuestas para desarrollar la evaluación formativa.

Siguiendo el pensamiento de Steiman (2023), las y los docentes, de acuerdo con el nivel educativo donde estén trabajando, pueden realizar ejercicios muy sencillos, como pedir a sus estudiantes que completen algunas frases para expresar reflexiones sobre su aprendizaje, como se muestra a continuación. Las y los docentes pueden realizar las adaptaciones que juzguen pertinentes.

Impulsar que las y los estudiantes realicen reflexiones cortas para completar una frase:

  • “Lo que más me gustó en esta semana fue…” (y dar razones) 
  • “Los temas que se me dificultaron son…” 
  • “Si me pidieran hablar sobre lo que me faltó realizar diría…” 
  • “Me quedé pensando en…” 
  • “Entendí claramente… pero no tanto…” 
  • “Te quiero decir que…” 
  • “Me gusta cuando se trabaja (de tal manera) …” 
  • “Pero no me gusta trabajar…” 
  • “Necesito ayuda en…”
  • “Me cuesta trabajo entender…” 
  • “Me falta practicar…”

Además, las y los docentes pueden generar momentos de reflexión grupal, utilizando lo que se ha concebido como el timing pedagógico para la evaluación formativa, esto es, el momento en que una situación en el grupo escolar requiere o posibilita una reflexión específica. Este proceso surge en la misma situación didáctica, cuando se suspende lo que están realizando las y los estudiantes para generar una reflexión en equipos o grupal.

  • Detectar un momento del grupo para llevarla a cabo: 
    • Una dificultad o desinterés. 
    • Realizar actividades en forma rutinaria.  
    • Hacer algo diferente a lo solicitado.


La clave de este momento es que las y los estudiantes se involucren en la actividad, que analicen en grupo o en pequeños grupos lo que está aconteciendo en el trabajo escolar, por lo cual se interrumpió la actividad.


Retos de la Evaluación Formativa en esta propuesta 

La evaluación formativa, aunque es una práctica pedagógica altamente beneficiosa, también enfrenta varios retos que pueden dificultar su implementación. Algunos de estos desafíos incluyen los siguientes puntos:

  1. La implementación de la evaluación formativa no está exenta de desafíos. Uno de los principales obstáculos es la resistencia al cambio tanto por parte de los docentes como de las instituciones educativas, directores, supervisores, familias, autoridades educativas y la sociedad en su conjunto. El enfoque tradicional de la evaluación, basado en pruebas estandarizadas y calificaciones numéricas, sigue siendo predominante en múltiples contextos, lo que dificulta la adopción de prácticas más innovadoras y orientadas al aprendizaje. 
  2. Otro reto importante es la necesidad de contar con recursos y herramientas adecuadas para llevar a cabo una evaluación formativa efectiva. Esto incluye desde la capacitación docente en metodologías y técnicas de evaluación hasta el desarrollo de sistemas de seguimiento y retroalimentación que permitan recopilar y analizar información de manera sistemática.
  3. La falta de revalorización del magisterio principalmente en obtener un salario decoroso; ha ocasionado desinterés y apatía ante las propuestas gubernamentales de mejora educativa a lo largo de la historia.
  4. A pesar de ser un planteamiento de evaluación formativa con aparente libertad para los profesores; la falta de capacitación docente en la Nueva Escuela Mexicana mantiene en franca desventaja, confusión y rezago pedagógico y didáctico al magisterio.
  5. El desinterés de los estudiantes por los temas que se abordan en los proyectos que se plantean en la nueva propuesta educativa son un obstáculo para la predisposición y motivación de los niños y jóvenes por aprender; ya que las nuevas generaciones se encuentran inmersos en el uso de la tecnología.
  6. Lograr que los profesores realicen la planeación y adecuación de sus clases ha sido un gran reto para la educación; los libros de texto y guías escolares de distintas editoriales han funcionado tradicionalmente como la fuente principal de estrategias de enseñanza - aprendizaje; por medio de actividades y ahora proyectos planteados en un entorno general o específico sin que los profesores las adapten a su contexto escolar y diagnóstico de grupo.
  7. La escasa capacitación para los profesores dificulta la transformación educativa. Como en cualquier profesión u oficio es necesario mantenerse actualizado y en permanente formación; a fin de garantizar un desempeño óptimo y acorde a las necesidades educativas de la actualidad, eso es algo imprescindible para el magisterio. 

Superar estos desafíos requerirá un compromiso continuo por parte de los educadores, las instituciones educativas y otros actores relevantes en el campo de la educación.


Conclusión: 

En conclusión, la evaluación formativa es observar de manera crítica la capacidad de actuar que sucede en el transcurso de la intervención docente y durante el proceso de aprendizaje en los estudiantes; con el fin de orientar, reforzar y motivar el buen desempeño en la enseñanza y el máximo rendimiento en el aprendizaje respectivamente.


En este tipo de iniciativa se pretende promover y generar metacognición en el estudiante y en el profesor; en otras palabras, que estos sean conscientes de sus actuaciones controlando y regulando su función en el proceso de enseñanza – aprendizaje. De esta manera, se busca reconocer lo que se hace bien para enriquecerlo; o bien, saber identificar las mediaciones que necesiten modificarse o reinventarse.


El análisis de la evaluación formativa en la obra de Ángel Díaz Barriga nos invita a repensar el papel de la evaluación en el proceso educativo y a considerar nuevas formas de concebir y practicar la evaluación en el aula. Si bien los retos son significativos, el potencial transformador de la evaluación formativa para mejorar la calidad de la educación y favorecer el desarrollo integral de los estudiantes justifica el esfuerzo y la dedicación requeridos para su implementación.


Ahora que conoces más sobre la evaluación formativa y el reto pedagógico - didáctico en el trabajo docente; te invito a adaptar estos conceptos a tu práctica docente.


¡Un abrazo! 🚀​

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